El Bicho festejó en su recinto de La Paternal, que lució semidesierto en el primer partido de Primera sin público visitante y sin venta de entradas, dibujando una triste postal en la noche. Resulta que luego de la polémica medida en la popular visitante de Argentinos no había nadie, resolución mediante. Adentro, Independiente jugaba. Afuera, una centena de hinchas le hacían el aguante al conjunto de Burruchaga. El tránsito no se detenía en Boyacá. Los 100 fanáticos vestidos de Rojo, tampoco. El bombo no dejaba de sonar. La Infantería nada entendía. Según fuentes confiables, doce cascos y dos caballos, patrullero de por medio, custodiaban la zona por si las dudas. Sí, lo daban por tele. ¿Y? "Hay que alentar, de visitante y de local...", le gritaban ellos a nadie. Sólo cantos. Sin provocar disturbios. Sus jugadores, que no tenían a quién saludar, ya estaban perdiendo. Ni siquiera había colados por detrás de la parecita de San Blas, del arco que defendía Pontiroli en ese primer tiempo. Y ellos, primeras víctimas del sistema en Primera, no dejaban de soñar con que las puertas del estadio Maradona se abriesen de una vez por todas. Algo, que no sucedió. Se fueron derrotados y ni siquiera pudieron ver el partido, pero anda explicarle eso a la pasión de cada uno de los presentes..Publicadas porGuido a la/s 21:55
Etiquetas: Violencia en el fútbol
Si no fuese que fui durante muchos años socio de Argentinos Jrs. estaria tentadisimo de decir que afuera habia mas gente que adentro de la cancha en las tribunas.
Pero no, mejor no lo digo.
Increible que haya gente que viaje de un lugar a otro para alentar en la puerta de un estadio
Clarence
Ah, acá en Chile no pasaría
Clarence
es una locura todo esto, la medida, los partidos sin hinchas...verguenza me da vivir todo eesto
Esos tipos estan enfermos